Sabemos lo que es tener un buen negocio… y que nadie te vea.

Hoy en día, tener un producto increíble o dar un servicio top no basta. Si tu negocio no tiene presencia online, es como si no existiera. Quizá te has sentido frustrado al intentar llevar tus redes, agobiado con la idea de hacerte una web o perdido entre opciones que prometen mucho y no cumplen nada. Y no, no estás solo.

En Danu Agency, digitalizamos negocios locales para que conecten con más clientes, sin complicaciones y sin perder su esencia.

Somos una agencia joven (pero con las ideas muy claras), especializada en llevar la presencia digital de pequeñas empresas, marcas personales y comercios al siguiente nivel. ¿Cómo lo hacemos? Con un enfoque cercano, estratégico y creativo. Sin plantillas genéricas. Sin tecnicismos. Sin humo.

¿Por qué elegirnos?

• Porque hablamos tu idioma. No necesitas ser experto en marketing. Nosotros te guiamos paso a paso.

   

• Porque entendemos lo local. Nuestra estrategia no es copiar lo que hacen las grandes marcas, sino adaptar lo digital a tu realidad y a tu barrio.

   

• Porque ya lo hemos hecho. Hemos trabajado con negocios reales que hoy tienen webs que venden, redes que conectan y marcas que inspiran.

   

¿Quién está detrás de Danu?

Somos un equipo formado en la carrera de emprendimiento LEINN, donde los proyectos no se quedan en ideas: se lanzan, se prueban y se mejoran en el mundo real. Hemos creado negocios desde cero, trabajado con clientes de sectores muy distintos y aprendido de los errores (¡también!). Sabemos lo que cuesta emprender, y por eso estamos aquí: para que tú no pierdas tiempo, dinero ni energía en lo que no funciona.

Además, seguimos aprendiendo constantemente de referentes del marketing, el diseño y la estrategia digital, y aplicamos todo ese conocimiento para ayudarte a crecer.

¿Y los resultados?

Nuestros clientes han conseguido desde sus primeras ventas online hasta duplicar su alcance en redes en pocas semanas. Hemos lanzado marcas que hoy tienen comunidad y reputación digital. Pero lo que más orgullo nos da es ver cómo muchos de ellos ahora disfrutan con su negocio… porque sienten que lo controlan.